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Temas hípicos. La historia de la gran ex joketta Julie Krone 

Óscar Hernández

La jocketa americana llegó a ganar 3,545 carreras en su trayectoria. 

 

Continuando con nuestra sección Temas Hípicos, en esta oportunidad, brindaremos un interesante artículo relacionado a la historia de la destacada jocketa americana Julie Krone, que durante sus 18 años de trayectoria llegó a ganar nada menos que 3,545 carreras y obtuvo más de 81 millones de dólares en ganancias. Era la jocketa sensación y la más prestigiosa de la hípica norteamericana. Por considerarlo de interés, ofrecemos esta interesante nota. 

Julie Krone nació para ser jocketa 

Tomado del Jockeysite 

 

En 1968, Kathy Kusner intentó ser un jockey en Estados Unidos. Ese mismo año, Penny Ann Early fue ignorada cuando intentó conseguir una monta en Churchill Downs, casa del Kentucky Derby. En esos días la mayoría de las mujeres que intentaban hacerse un hueco en la profesión de jinete profesional, sólo encontraban donde montar, en pequeños hipódromos y nunca hicieron nada que les guardara un sitio en los libros de la historia de las carreras. Entrenadores y propietarios no pensaban que "el sexo débil" pudiera hacerse en una pista de carreras con animales de 400 kilos de peso. 

Pero en esto, llegó Julie Krone. Con sólo 1,40 de estatura y 45 kilos de peso, demasiado delgada incluso para un jockey, la enérgica rubia llegó a ser la mujer que más victorias ha conseguido en carreras, y la única mujer que ha entrado a formar parte del Salón de la Fama. 

En una carrera que duró 18 años, Julie Krone venció en 3.545 carreras, y obtuvo unas ganancias superiores a los 81 millones de dólares. Con el tiempo, se retiró en 1999, consiguiendo que un 17% de sus montas pasaran por la puerta de ganadores. Kusner y Rubin habían preparado el terreno para que Krone triunfara, incluyendo el ser la primera mujer en ganar en el Belmont Stakes (Gr.1) y en ser la primera mujer en ganar la estadística de jockeys en un hipódromo principal, entre otras distinciones. 

El entrenador John Forbes, quién solía trabajar con Krone, manifestó en el USA Today que "el prejuicio contra las mujeres jockeys ya no existe, y espero que no regrese nunca más. La noción que tienen algunos de que un jinete debe ser muy fuerte y poderoso para poder controlar a un animal de 400 kilos, y golpearlo realmente fuerte con el látigo, es algo que ha estado arraigado siempre entre nosotros." 

Lo que Krone demostró es que no siempre la fuerza bruta con el látigo es la respuesta en una carrera. Desde pequeña, parecía tener una capacidad especial para comunicarse y entenderse con los caballos, para descubrir lo que a un caballo lo hacía trabajar duro, y como agradecérselo. 

Nació en el estado de Michigan 

Julie Anne Louise Krone nació el 24 de Julio de 1963 en Benton, Harbor, Michigan. Se crió en una granja cerca de Eau Claire, donde sus padres la dejaron a ella y a su hermano Donnie, tres años mayor que ella, crecer en libertad. 

Con cinco años dormía ya con su látigo debajo de la almohada. Con nueve años, ponía los acarreos a un Gran Danés como si fuera un caballo, y se iba a la nieve para deslizarse con él, como si de un trineo se tratara. 

No solía cenar la familia junta, y a veces se iba con los perros, incluso comiendo la comida de éstos, "Yo podría contar con los dedos de una mano, las veces que mis padres me hicieron una comida, y todo ello porque éramos muy pobres. Creo que nunca me di cuenta hasta que un día, cuando era más mayor, un amigo mío me pregunto que por qué en mi casa nunca había comida", manifestó en el New York Daily News en 1988. 

Su padre, Don, un profesor de arte y fotógrafo, no haría a su hija desistirse de bajarse de los caballos."Cada día era un lanzamiento de misiles. Había siempre una posibilidad de desastre, igual que cuando se lanza un misil, si sale bien, estupendo, ese será un momento de gloria. Tú no puedes decir a un crio ve a por ello, o ser lo que ellos quisieran que tu seas, y estar continuamente diciendo, ten cuidado. Si montáramos siempre de una forma segura, ¿Quién estaría en lo más alto?, no hay que preocuparse por las pequeñas cosas", dijo en el Sports Illustrated en 1.989 

Su madre Judim, una instructorra de hípica, y campeona del Estado de Michigan, falsificó el certificado de nacimiento de Julie cuando tenía 15 años para que pudiera entrar a trabajar como mozo y jockey de trabajos, en Churchill Downs. ¿Por qué en Churchill Downs, donde ella debería alejarse de su familia? "Porque es el lugar lógico para llegar a ser un jockey", dijo Julie. 

La noche anterior de partir para Kentucky, la madre de Julie vino de trabajar a la una de la mañana y se encontró a Julie esperándola despierta, y en vez de decirle que se fuera a la cama, prepararon sus caballos y se adentraron con ellos en la noche de Michigan, cantando "Don't Fence Me In". 

Su partida hacia Kentucky marcó el inicio de su carrera profesional, aunque su relación con los caballos había comenzado desde el día de su nacimiento. 

La primera vez que Julie se subió a un caballo fue a los dos años de edad. Su madre estaba intentando vender un caballo, y la montó para demostrarla que los caballos son buenos por naturaleza. El caballo inmediatamente comenzó a trotar, y su madre sin pestañear un ojo, seguía intentando vender al caballo. El caballo paró y la pequeña Julie alargó su mano y tomó las riendas de una forma natural del mundo y tiró de ellas. El caballo se giró y volvieron a la cuadra. 

Krone ganó sus cinco primeros concursos con cinco años. Continuó montando y compitiendo en shows de caballos hasta que cumplió los catorce, momento en que cambió su vida. 

Ese año sus padres se divorciaron, pero otro suceso, ocurrido en 1978, pareció causar un efecto más duradero sobre Julie que éste divorcio: la victoria de Steve Cauthen a los 18 años con el Ganador de la Triple Corona, Affirmed. El jockey llegó a ser su héroe, y rápidamente leyó la biografía de Steve Cauthen escrita por Pete Axthelm, "The Kid" (El chico). Entonces decidió ser jockey. 

El año siguiente, aunque estaba estudiando en la Escuela sus estudios de segundo grado, fue invitada a una gira circense como jinete de caballos, y por supuesto aceptó, pero en el último minuto, no confiaba en que su futuro estuviera allí y decidió terminar la escuela e irse a Churchill Downs, sin dormir y con un certificado falsificado en mano. 

Estuvo durante tres meses ganando 50 dólares por semana, y viviendo con un viejo preparador. Al verano siguiente, corrió en Michigan, Ohio e Illinois. Krone dejó a medias su siguiente año en la escuela, cuando sintió la necesidad de saber que su sitio no estaba allí. Abandonó la escuela, a pesar de la consternación que supuso para muchos de sus profesores y por supuesto, para sus padres, dirigiéndose a Tampa Bay, Florida, para vivir con sus abuelos, montando por las mañanas y como aprendiz en Tampa Bay Downs. Sin embargo, los vigilantes del hipódromo no las dejaron entrar, la acompañaba su madre, y tuvieron que escalar por una valla para poder entrar. Se dirigieron hacia las cuadras, hasta que se encontraron con una mujer, quién pensó que se había encontrado a una madre confusa con su pequeña hija. 

La mujer cogió a Julie y la llevó junto a su novio Jerry Peace, un entrenador de caballos, "Bien, me han dicho que te gustaría ser jockey", dijo él, "No", contestó ella, "Yo seré un jockey" 

Pace dejó a Julie montar, pensando que se iba a divertir con este asunto. Cinco semanas más tarde, en febrero de 1981, pasaba por primera vez por la puerta de ganadores con Lord Farkle. 

Comenzó su carrera como jinete batallando duramente con sus compañeros de profesión, ganando muchas carreras. La mayoría de los prepatadores y propietarios no querían saber nada de una "jocketta". Dijo en el USA Today ese mismo año, "Aprendí como conquistar el corazón de las personas, como no te puedes imaginar. Trabaje duro para seducirlas". 

El entrenador de caballos de Maryland, Ben Perkins, Jr, dijo en el New York Times, sobre su primer encuentro con Julie Krone en su cuadra en 1981, en Atlantic City, New Jersey, que "Esta pequeña chica lista, parecía de diez años, se acercó a mí y chirriando me dijo, Hola!! Soy Julie Krone, soy Jockey !!, la dejamos montar y lo cierto es que montaba como un ángel." 

Cada vez más entrenadores comenzaron a aceptar el hecho que a pesar de su sexo, Julie Krone podría ser buena."La cosa perfecta", Perkins continuó, "sería esta pequeña persona, que en cuanto se montaba a caballo, era parte de éste, manteniendo al caballo lejos de cualquier tipo de problemas. Esa era Julie." 

Engatusaba a los caballos para llevarlos a la victoria, en vez de arrearlos de una forma violenta. Los entrenadores frecuentemente comentaban su paciencia y sus manos encima de los caballos, las cuales parecían guiarlos hacia la victoria, sin que hubiera nada extraño en su manera de montar. Sin embargo, no era siempre necesariamente un jockey amable y elegante, cuando era necesario sacaba su carácter a relucir. 

Las grescas de la gran Julie 

En 1982, Yves Turcotte la golpeó con la fusta en el transcurso de una carrera, y al finalizar la misma, Krone le tiró contra la balanza del peso. El jockey Jake Nied se pegó y encaró con ella, teniendo que ser separados por otros compañeros. En 1986, Miguel Rujano la golpeó con el látigo en su oído, y ella le dio un puñetazo en toda su cara. Él le devolvió el golpe dentro de la piscina que hay en el cuarto de jockeys y Julie no se le ocurrió otra cosa que tirarle una silla a la cabeza. En 1989, intercambió una serie de golpes con Joe Bravo, dejándole con unos cuantos dientes rotos. Fue sancionada por todas estas infracciones, pero se ganó el respeto de todos sus compañeros. 

Conducía un Porche rojo con un alza de madera en el acelerador, ya que era la única forma que tenían sus cortas piernas de llegar al pedal. En 1983, cuando estaba montando en el hipódromo de Pimlico, Maryland, las autoridades encontraron marihuana en su coche, un hábito que tenía desde los 12 años. Según Sports Illustrated, ella tuvo suerte de que las autoridades no encontraran cocaína. 

Krone llevó a cabo un programa anti-drogas, y orinó en un recipiente para su análisis una vez por semana, durante todo un año. Sin embargo, la sanción más importante de todo esto para Julie, fueron los 60 días de puesta a pie que le pusieron los Comisarios, siendo la primera vez en su vida que no podría montar. Se volvía loca, iba al hipódromo, pero debía permanecer fuera del recinto. 

A su vuelta, Julie fue una apisonadora (1987: primera mujer en ganar la estadística de jockeys en un hipódromo principal; 1992: primera mujer que montó en el Derby de Kentucky: una de entre sólo un puñado de jockeys americanos, capaz de vencer seis carreras en un sólo día). En los 80, vencía en 1898 carreras. En 1986, a su madre le fue diagnosticado un cáncer y Krone la preguntó qué podía hacer por ella. Y en un momento digno de la película de "Rocky", su madre le dijo que lo único que podía hacer por ella era ganar. Y, así lo hizo. 

Logró ganar la Triple Corona 

En 1993, Julie Krone alcanzó su cumbre profesional. Llegó a ser la primera mujer en ganar una carrera de la Triple Corona, el Belmont Stakes con Colonial Affair, siendo nombrada la persona de la semana por el ABC News, dándola la ESPN el premio Espy a la mejor atleta de 1993. 

Tras ganar el Belmont, se la preguntó como se sentía tras ser la primera mujer en entrar en el circulo de ganadores de una carrera de la Triple Corona Americana: "No creo que la pregunta necesite ser generalizada. Me siento feliz y contenta como cualquier persona. Sin embargo, seas una chica, un chico o un marciano de Marte, tendrás que salir ahí fuera y demostrar lo que vales cada día." 

Tuvo otras importantes logros en su carrera como jinete, como fueron sus victorias en el Arlington Classic, Carter Handicap, Cornhusker, Delaware Handicap, Fountain of Youth, Jersey Derby, Molson Export Million, y en el Withers Stakes. Fue la jockey habitual del campeón Rubiano, y ganó sus principales carreras con Da Hoss, Cryptic Rascal, Maxzene, Clear Mandate, Peaks and Valleys, y Mr.Greeley, entre otros. 

Sufrió una gran rodada 

Sólo dos meses más tarde, la vida de Julie tomo una dirección muy diferente. Fue el último día de carreras de Saratoga en Saratoga Springs, en la tercera carrera de la jornada. Su caballo, Seattle Way, estaba colocado en medio del pelotón, compuesto por once caballos, cuando en la recta final otro caballo se cruzó en su camino. Las manos de Seattle Way pisaron las patas del otro caballo, y Julie cayó al suelo. A pesar de caer y tras el rebote de la caída quedarse prácticamente sentada, tuvo la mala suerte de que otro caballo llamado Two Is Trouble (Dos es un problema, ¿casualidad?) que venía tras ella, la golpeara fuertemente el pecho. Su tobillo se hizo añicos. De no haber llevado un chaleco protector de 900 gramos, es muy probable que la hubiera matado. Sufrió una contusión cardiaca y daños en el corazón. 

La lesión en el tobillo necesito dos planchas de acero y 14 clavos para soldarlo. Julie estaba con morfina constantemente debido a los fuertes dolores. Un amigo le llevó un cepillo de caballo al hospital, al que ella le llamó su "aroma terapia". 

Tuvieron que pasar nueve meses hasta que Julie pudo regresar a las pistas. En Agosto de 1995, se casaba con el reportero de TV, Matt Muzikar.Ese mismo año publicaba su autobiografía, "Riding for My Life" escrita con Nancy Ann Richardson. Entonces, el 13 de enero de 1996 en el hipódromo de Gulfstream Park, Florida, se volvió a caer, esta vez rompiéndose sus dos preciosas manos. 

"Cuando estaba caída sobre la pista, sabía que mi vida tenía que tomar un nuevo rumbo", Krone manifestó a la Associated Press ese año." Y, tenía tantas ganas de volver, que es probable que me precipitara en mi regreso a las pistas".Tenía pesadillas sobre la caída, y había perdido todo lo que había hecho en estos últimos años, se estaba hundiendo así misma. 

Este accidente la dejo sin fuerzas, rota, como dijo al Seattle Time ese mismo año, "No podía caminar, me estaba matando por dentro. Estaba insensible, entumezida, paralizada, no podía pensar. Tenía miedo a los caballos, odiaba montar". 

Volvió seis semanas más tarde, pero los entrenadores no confiaban en ella y, ella tampoco les daba razones para hacerlo. Montó buenos caballos y perdió carreras con ellos. Continuaba con sus pesadillas, y comenzaba cada vez a ser más tímida, y más cerrada en sí misma. 

"Los caballos me hacían sentir ansiedad, me hacían sentir rara, me enfurecían", indicó Julie, "Intentaba pensar positivamente de como cambiaba de ser una perdedora a entrar en el circulo de ganadores, pero de repente, todo se venía abajo de nuevo, y volvía a estar exhausta".Todo en lo que Julia Krone pensaba en esos momentos era en el suicidio. 

Un dia de Verano de 1996 en Saratoga, después de otro terrible día, Julie se tropezó con un amigo, Tom Qualters, (propietario de caballos y visitante habitual en Saratoga), quién la dijo, "Hay un mañana", a lo que Julie contestó, "Quizá no haya ningún mañana." 

Qualters, psiquiatra de profesión, la sugirió que fuera a verle a su consulta, lo cual hizo al día siguiente durante dos horas, para lo que ella describió al New York Times, como una "purga emocional"."Me sentía vacía y llena al mismo tiempo, feliz y a la vez alejada de mi piel, y de mí misma." 

Anteriormente, Julie había desistido de cualquier tipo de terapia."No podía hacer nada por mí misma. Pensé que era humillante pedir ayuda. Mientras tanto, la única realidad que yo tenía en mi mente, era el suicidio. No lo hice porque estaba segura mientras estaba tomando píldoras que me hacían estar dormida, pero comencé a beber alcohol, y me corte las muñecas. Quería hacer alguna cosa bien." 

Qualters la diagnosticó un desorden de stress post-traumático y comenzó a verla cuatro veces por semana. Visualizaron éxito para Julie, y comenzaron a brotar cosas de su juventud. Qualters habló con Julie sobre sus experiencias dolorosas, cada nueva carrera, y lentamente, ella comenzó a ganar de nuevo. Nunca volvió a ser la Julie Krone de sus comienzos, pero todas las barreras mentales que había levantado, comenzaron a desvanecerse cuando vio que lo estaba haciendo bien de nuevo. 

"No te das cuenta de lo raro que es todo, hasta que vuelves a ser tú misma. Había estado gastando todas mis energías minutos antes de una carrera, intentando eliminar los ataques de ansiedad que tenía, y ahora, al final del último año, en un periodo de sesenta días, mi madre murió, yo me divorcié y me trasladé a California. Y, ahora aquí estoy, me siento bien." 

Cuando finalizó segunda de la estadística de jockeys en 1998 en Monmouth Park, New Jersey, Krone sintió que había vencido a sus demonios."Yo no era el jockey número uno, y no había tenido mis múltiples días de victorias como en otras ocasiones, sin embargo el miedo me abandonó, el trauma me dejó, y me encontraba mucho mejor", dijo al New York Post, "No pensaba en nada en especial. Sólo quería estar con los caballos, que comieran en mis manos, relax y hacer cosas que nunca había hecho antes." 

Colgó la fusta en 1999 

Se retiró el 18 de Abril de 1999, tras vencer en tres carreras y dos segundos puestos, en el mismo día. 

Desde que se retiró, ha trabajado como analista de carreras de caballos para la Television Games Network, y ha tomado algunas clases de psicología por correspondencia. Finalizó sus estudios en los noventa, y en Enero de 2000 comenzó como locutora en el hipódromo de Gulfstream Park, Florida. 

Su logro más importante lo consiguió al ser la primera mujer en entrar a formar parte del Salón de la Fama (Hall of Fame) en el 2000. 

 

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