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Temas Hípicos: La importancia de la nutrición en el caballo de carrera

Óscar Hernández

Es importante la alimentación diaria, que se le brinda a un purasangre.

 

Esta semana en Temas Hípicos, le ofreceremos un interesante artículo, relacionado a la alimentación en el caballo de carrera, que es sumamente importante en su desarrollo y formación.

Aunque la nota es un extensa, creemos que merece leerlo y que está orientada a los preparadores (que ya lo saben), propietarios y público en general

La alimentación en el caballo de carrera

Por Mikel González

Los caballos de carreras estando en temporada de competición, su alimentación debe ser balanceada, aproximadamente la cantidad de alimento es el 2.5% del peso del animal. La alimentación depende del trabajo que esté recibiendo el animal. Cabe aclarar que los caballos de carreras no deben de ser gordos, sino de una característica propia de un corredor (mucho músculo, poca panza).

Para su alimentación hay que tomar mucho en cuenta si el animal es muy nervioso o está en lugares que no puede descansar bien, ya que ello le podría traer complejos, y con ello un mayor gasto de energía, con respecto a lo que está recibiendo en su alimentación, en caso de observar que no está comiendo bien sus alimentos, se debe de optar por algún suplemento (vitaminas).

Los períodos de alimentación de los caballos no deben de ser mayores de 8 horas, pues su naturaleza es estar todo el día comiendo. El caballo tiene un estómago chico, por lo que implica una ingesta abundante pero distribuida en muchas horas.

ELECCIÓN DE ALGUNOS ALIMENTOS:

En el suministro de los cereales es conviene retirarles la cáscara, ya que enteros son difíciles de digerir. Se pueden romper, aplastar, triturar, cortar o peletear y suministrar. También se pueden cocinar en formas de sopas, especialmente en época invernal.

Las necesidades alimenticias del animal dependen de la edad, temperamento, tipo, utilización, estado general corporal y del gusto de cada individuo.

Los animales a campo necesitan menos cantidad de alimentos que los estabulados.

El alimento no debe exceder en contenido proteico, solo en caso de yeguas preñadas y potros jóvenes. Tiene también que existir el heno y pasto fresco.

-EL SALVADO: es muy bueno, pero necesita algo de minerales.

-LA AVENA: se puede suministrar entera, cascada, aplastada, cocida, remojada o molida. Siendo una fuente de energía muy importante, es conveniente agregarle fardo de alfalfa.

-EL MAÍZ: es muy buen alimento rico en energía, pero poca materia seca (fibra), por lo tanto, conviene mezclar con heno, fardo, etc.

-EL PASTO VERDE es muy importante, conteniendo minerales y vitaminas que son esenciales para el animal. Para el suministro de alimento se calcula que un caballo consume un 2% de su peso, lo que equivale a unos 2kg de comida cada 100kg de peso corporal. Un suministro bueno para un animal de trabajo intenso sería un 25% de pasto y heno (fardo alfalfa) y un 75% de cereal y para un trabajo mediano sería de 50% y 50% (fardo alfalfa + avena mojada).

EL PESO

Para calcular un programa de alimentación tendremos que saber primero el peso en función si está perdiendo estado corporal o no.

La medición del peso aproximado es sencilla, solo se toma el perímetro toráxico (a la altura de la cincha), luego con la misma cinta se mide la alzada, en una tabla de pesos tendremos las dos medidas y el peso corporal, por ejemplo un animal de 1.50 m. de alzada consumiría aproximadamente de 11.50 kg. de alimento, con animales mayores o menores debe añadirse o quitarse 1 kg. por cada 5 centímetros de alzada. Sin embargo, cada caballo es diferente y sus necesidades varían de acuerdo a sus actividades y gasto de energía a lo largo del día.

Por lo general, la comida debe contener los siguientes elementos: Carbohidratos (fécula y, fibra y grasas), Proteínas, Minerales y Vitaminas.

-Los Carbohidratos aportan energía.

-Las proteínas son importantes para desarrollar los músculos, los cascos, el pelo, generar la sangre y producir la leche de las yeguas que crían.

-Los minerales y las vitaminas contribuyen a la formación y mantenimiento del esqueleto y al buen funcionamiento general del cuerpo.

EL AGUA: al igual que los humanos, los caballos soportan mejor el hambre que la sed. La calidad del agua tiene que ser muy importante, debe ser fresca, no tener ningún sabor diferente o en caso contrario el caballo no la beberá. La mejor temperatura está en torno a los 10º centígrados. El agua demasiado fría puede llegar a provoca cólicos. No se debe permitir a un caballo beber demasiada agua de una sola vez, al terminar el vareo de rutina es conveniente dar unos litros para saciar la sed. Una vez que se le haya quitado los arreos, se le puede dejar beber más. Los caballos beben codiciosamente, por lo que se tendrá que permanecer atento para evitar que lo hagan en demasía, una forma de conseguirlo consiste en dejarles el bocado puesto o esparcir un poco de heno sobre la superficie del agua.

TIPOS DE COMIDAS

* AVENA: es muy nutritiva y se digiere fácilmente. Es muy importante que la avena sea de buena calidad, los granos han de ser secos y brillantes, sin olor mohoso y tener un tacto suelto en las manos. La avena es el mejor alimento, si se combina con el heno. Mantiene al caballo en buena forma y lleno de energía.

* SALVADO: es un producto residual procedente de la molienda del trigo, es la cáscara del grano, el salvado constituye un buen alimento al ser muy rico en vitaminas y de muy fácil digestión. La fibra que contiene contribuye a la digestión de otros alimentos. El salvado no debe superar un tercio de la dieta total, siendo muy recomendable humedecerlo antes de suministrarlo al caballo. El salvado de calidad es basto y completamente seco. El salvado seco resulta muy bueno para animales con una motilidad intestinal, ya que facilita el tránsito.

* AFRECHO REMOJADO: se hace con salvado de trigo y harina de linaza, mezclado todo con agua hirviendo. El aceite de la linaza es muy bueno para la capa del caballo, pero por lo común, este preparado sólo se les da a caballos que después de haber trabajado duramente, se encuentran en descanso, ya que aportan poca energía, pero se digiere con facilidad, y no hinchará el aparato digestivo del animal mientras reposa. El afrecho puede resultar un festín muy agradable después del trabajo, no debe hacerse mucha cantidad de una sola vez, y una vez preparado, debe ser consumido antes de 12 horas, ya que se deteriora con rapidez.

* ZANAHORIAS: son ricas en caroteno, que constituye una fuente rica de vitamina A. Es un excelente complemento de la dieta diaria. Es preciso lavarlas y quitarles las hojas, ya que tanto la arena como la parte superior verde puede provocar cólicos.

* REMOLACHA FORRAJERA / COLINABOS: como las zanahorias, tiene poco valor nutricional, pero a los caballos les gusta porque son muy jugosas. Si no se dispone de un cortador de remolacha forrajera, se la puede cortar en tiras para evitar que los caballos glotones se atiborren. La remolacha puede adquirirse desecada, es alta en calorías, constituyendo un buen suplemento para caballos que estén algo flacos. La pulpa desecada debe, en primer lugar, ser empapada, ya que puede provocar cólicos, empachar al animal o provocar problemas mayores. La pulpa, una vez mojada en agua, debe ser consumida en el plazo de 24 horas, ya que de lo contrario fermentara.

* EL HENO: cada año hay dos recolecciones de heno, la primera es en primavera, o muy al principio del verano, cuando la hierba crece de modo exuberante. Este heno es de gran valor nutricional, mayor que el de la segunda cosecha que se lleva a cabo durante el mes de agosto. No debe suministrarse como forraje recién cosechado, sino que debe dejarse marchitar durante por lo menos seis semanas. Los caballos no pueden diferenciar todas las plantas venenosas en el heno seco, pero después de seis semanas, la savia venenosa desaparece. Generalmente un caballo puede comer tanto heno como desee, esta circunstancia contribuye a evitar el aburrimiento durante las horas en las que el animal permanece en el box. Ha de ser siempre de buena calidad. A no ser que el caballo esté muy hambriento, no debe comer cualquier clase de heno. En el caso de los caballos que padecen alergias o problemas respiratorios, el heno ha de ser humedecido previamente, poniendo heno suficiente en un contenedor grande, derramando encima varios cubos de agua, y dejando el heno en remojo durante media jornada, para luego escurrirlo. El heno humedecido puede darse al caballo en un comedero o en una red para el heno.

* HIERBA: Cuando el caballo sale a pastar, puede alimentarse sobradamente por sí mismo. Unos pastos con cantidad suficiente de buena hierba, pueden aportar la mayor parte de los nutrientes que precisa. Los caballos utilizan sus labios flexibles para seleccionar los tipos de hierba que prefieren y, desde luego no tomarán ninguna hierba que no les guste. Un buen pasto para caballos debe de contener más hierbas que el pasto para los rebaños vacunos. Las hierbas contribuyen a suministrar los necesarios aportes minerales. Los caballos que toman la mayor parte de su dieta consumiendo hierba, tienden a tener el vientre más voluminoso que aquellos otros que permanecen en el box, por esta razón, a los caballos de carreras, se les restringe el apacentamiento al aire libre, por temor a que un vientre hinchado les dificulte la competición.

* GOLOSINAS DULCES: los dulces no son buenos para los caballos, pero lo cierto es que los adoran. Todos sabemos que se les dan terrones de azúcar y que se vuelven locos por las pastillas de menta. Se debe intentar no darles dulces a los caballos, conviene deles una zanahoria, una manzana en trozos o algo de pan seco, pero nunca pan mohoso. Existen incluso galletas para caballos con sabor a manzana y a zanahoria. Los terrones de azúcar y cosa por el estilo, deben ser suprimidos. Procurar no llevar cosas sabrosas cada vez que se visite al caballo. Existe el riesgo de que el caballo comience a dar mordiscos cada vez que no consiga alguna chuchería.

# LA HORA DE COMER EN LIBERTAD: el caballo come casi permanentemente, con pequeños descansos. Los caballos cuentan con un estómago relativamente pequeño, que cuando está vacío tiene un tamaño parecido al de una pelota de rugby. El estómago lleva con rapidez la comida hacia el largo tubo intestinal, que debe permanecer lleno y en movimiento lo más frecuentemente posible. Estas características de su naturaleza deben ser reflejadas lo más fielmente posible en nuestro trato con el animal. En términos prácticos, esto es virtualmente imposible, aunque alimentar al caballo tres veces al día es un paso en la dirección correcta. Si no tiene que trabajar intensamente, se pude reducir el número de comidas a dos, dado que el caballo puede comer todo el día. Si ha de trabajar con dureza durante el día, es mejor darle la mayor parte de la comida por la tarde. Mantener el mismo horario, ya que si se lo cambia mucho, el caballo se pondrá ansioso, llegando a sufrir indigestiones. No se debe montar un caballo hasta por lo menos una hora después de que haya consumido su alimento, para dejarlo que digiera la comida.

# Para establecer la dieta del caballo, se pueden seguir los siguientes parámetros:

º Los caballos con un alza de más de 1,50 metros deberán tomar entre 12 y 14 kg de comida diaria.

º Un caballo que mida menos de menos de 1,50 m de alza debe comer entre 11 y 12,5 kg.

# Según el tipo de trabajo que realiza el caballo debe establecer unas reglas para determinar la cantidad óptima de forraje y pienso:

º Comida de mantenimiento o básica: 100-70% forraje y 0-30% piensos concentrados. Para mantener al animal en su peso, dieta óptima durante la época del verano.

º Comida para animales que realizan poco trabajo: 70-60% forraje y 30-40% piensos.

º Comida para caballos de trabajo medio: 60-50% forraje y 40-50% de piensos.

º Comida para animales que desarrollan un trabajo duro o de competición: 50-40% forraje y 50-60% piensos.

º Comida para animales que compiten en pruebas de alta resistencia o que realizan un trabajo muy duro: 30-40% forraje y 60-70% piensos.

Esto es orientativo y habrá que tener en cuenta la alzada y el peso, por si hubiese sobrepeso o falta de peso.

PRINCIPALES NUTRIENTES EN LA DIETA DE LOS CABALLOS

# MINERALES: Los caballos requieren en su dieta por lo menos 15 minerales diferentes. Algunos de estos se requieren en cantidades relativamente mayores como son el Calcio, Fósforo, Sodio, Potasio, Magnesio y el Cloruro. A estos se les llama Macro-elementos.

* A los otros elementos que se requieren en cantidades menores se les llama trazas o Microelementos. Esto son Hierro, Cobre, Zinc, Manganeso, Cobalto, Selenio y el Yodo.

Aunque estos minerales son esenciales en la dieta de los caballos, todos ellos pueden ser tóxicos cuando se proporcionan en cantidades que exceden los requerimientos de los caballos o en forma no balanceada. Estos minerales trazas, son la llave para un mayor rendimiento o para una actuación pobre cuando son suministrados en forma inapropiada.

La suplementación en la dieta de los caballos, con los micro-minerales, es una area compleja. Existe mucha confusión dentro de la misma comunidad científica, debido a la complejidad de las interacciones de los minerales.

Todo criador y caballista sabe que soltando al caballo a pastar, en forma natural periódicamente, cura muchas enfermedades. Además de esto, el caballo está logrando el beneficio de poder digerir mucho más fácil los minerales presentes en las pasturas, si lo comparamos con los minerales recibidos en los concentrados.

Los minerales presentes en las pasturas están en forma de polisacáridos (el mineral es atacado por una molécula de azúcar) los minerales en esta forma son 100% disponibles para los caballos.

Normalmente en los concentrados para caballos los nutrientes más críticos están en forma de óxidos o Sulfatos. Los óxidos son disponibles en su mejor forma en un 10% y los sulfatos alrededor del 30%, también esta disponibilidad se ve interferida por algunos componentes del heno.

*Los Micro-minerales que más riesgo corren de no ser absorbidos son el Hierro, Manganeso, Zinc y Cobre.

* CALCIO Y FOSFORO: se encuentran en el 70% del volumen del contenido mineral del cuerpo. Aproximadamente el 90% del Calcio y el 80% del Fósforo están presentes en los huesos y dientes. Son los minerales más importantes para el mantenimiento de los huesos. Bajo estrés como un entrenamiento para competencia, los niveles más importantes son los de Calcio y Fósforo. Los huesos como los de las extremidades reciben niveles altos de estrés en los entrenamientos y competencias. Estos huesos tenderán a desmineralizarse y a remineralizarse en períodos muy cortos de tiempo. Si el Calcio y el Fósforo se encuentran en cantidades inadecuadas o en desequilibrio pequeñas fisuras en los huesos aparecerán con el tiempo si el estrés continúa.

El Fósforo nunca debe estar en mayor proporción que el Calcio y se considera que una relación de 1:2 es adecuada para suplementar. Deficiencias o desequilibrios pueden producir un desarrollo anormal de los huesos, y hasta fracturas.

* Estos Minerales No Deben Faltar En La Dieta De Los Caballos: CALCIO, FOSFORO, MAGNESIO, SODIO, POTASIO, CLORURO, AZUFRE, HIERRO, ZINC, COBRE, MANGANESO, YODO, SELENIO.

VITAMINAS:

Las vitaminas son nutrientes que los caballos necesitan en pequeñas cantidades, la cantidad real puede variar de una vitamina a otra y de un caballo a otro.

Los caballos necesitan vitaminas para las funciones normales del organismo, estos requisitos los reúnen por diferentes vías, como son:

• Vitaminas en los concentrados

• Agregando vitaminas a las fuentes suplementarias

• Por síntesis microbiana en el tracto digestivo

LAS VITAMINAS PUEDEN SEPARASE EN DOS GRANDES GRUPOS:

1. Vitaminas Liposolubles: A-D-E-K (Solubles en aceite)

2. Vitaminas Hidrosolubles: C y el complejo B (Solubles en agua)

Las vitaminas solubles en agua son relativamente no tóxicas, sin embargo los excesos en vitaminas liposolubles pueden tener efectos colaterales serios.

Puede presentarse deficiencias vitamínicas limitadas en los caballos sin que estos muestren ningún problema obvio, sin embargo cuando esto ocurre, el crecimiento, mantenimiento, reproducción y rendimiento pueden verse afectados.

Los caballos que se someten a trabajo todos los días o entrenamiento demuestran un incremento en los requerimientos de ciertas vitaminas, si se los compara con los que requieren para simple mantenimiento.

Las vitaminas A-D-E y el complejo B son vitaminas que necesitan ser incrementadas conforme estos sean sometidos a aumentos en niveles de trabajo o exigencia. La vitamina A se encuentra presente en forma natural en los pastos y el heno, en la forma de Beta caroteno, esta forma puede verse pobremente absorbida por los caballos y puede verse adversamente afectada si los pastos y henos son impropiamente manejados.

* Estas Vitaminas No Deben Faltar En La Dieta De Los Caballos: Vitamina A, Vitamina D, Vitamina E, Vitamina K, Vitamina B1 (Tiamina), Vitamina B2 (Riboflavina), Niacina, Vitamina B6 (Pirodoxina), Ácido Pantoténico, Vitamina B12, Ácido Fólico, Biotina, Ácido Ascórbico (Vitamina C).

# AMINOÁCIDOS: algunos aminoácidos son considerados esenciales y otros no esenciales. Muchas veces no se tiene idea de cómo y cuándo los caballos necesitan los aminoácidos, al no entenderse cómo los demanda su sistema. Se podría decir que cada segundo la médula ósea hace millones de células rojas para la sangre, cada cuatro días la mayoría del forro del tracto gastrointestinal y las plaquetas de la sangre son reemplazadas. La mayoría de las células blancas de la sangre y las células del músculo se reemplaza en diez días. De ahí que un caballo bajo entrenamiento duro o sometido a extenuantes jornadas de trabajo un equilibrio corporal deficiente.

* AMINOÁCIDOS ESENCIALES: los aminoácidos esenciales son aquellos que el organismo no puede sintetizar a partir de otras sustancias como vitaminas o carbohidratos, por lo cual deben comerse todos los días. Si no, el caballo los tomará de otras partes de su organismo para proveer su mantenimiento diario. Por lo tanto, estos aminoácidos son muy importantes en la dieta. La exclusión de incluso un aminoácido esencial de la dieta o la reducción de un aminoácido esencial respecto a su necesidad, reducirá la síntesis de la proteína total en el sistema. En caballos en donde el mantenimiento cotidiano es necesario y a su vez se requiere la creación de nuevas células como una prioridad de entrenamiento, se requiere un equilibrio de aminoácidos preciso.

En nuestro país las fuentes de proteína utilizadas en los concentrados a partir de subproductos de trigo y arroz, harina de soya entre otros son de un buen perfil de aminoácidos, por lo que no es tan necesario la suplementación con aminoácidos extras.

* Principales Aminoácidos: ALANINA, ARGININA, ÁCIDO ASPÁRTICO, ÁCIDO GLUTÁMICO, CARNITINA, CISTEÍNA, CREATINA, GLICINA, HISTIDINA, LISINA, METIONINA, FENILALANINA, ISOLEUCINA, LEUCINA, LISINA, METIONINA, PROLINA, SERINA, TIROSINA, TREONINA, TRIPTOFANO y VALINA.

PROBIÓTICOS: en los últimos años se viene hablando con mayor insistencia acerca de la importancia de los probióticos en la dieta de los caballos. Son aquellos suplementos que se añaden a la dieta, compuestos por células vivas o sus medios de cultivos, los cuales deben necesariamente provocar los efectos positivos en el balance microbiano intestinal y cumplen la función de reducir los efectos negativos del estrés mediante la prevención del establecimiento de microorganismos patógenos o bien el incremento de microorganismos benéficos en la flora intestinal.

* Los microorganismos más utilizados como Probióticos para equino, son: LACTOBACILLUS ACIDOPHILUS, STREPTOCOCOS FAECIUM, BACILUS SUBTILIS y LEVADURAS como SACCHAROMYCES CEREVISIAE.

Dentro de los microorganismos presentes en el tracto digestivo de los caballos, responsables de la fermentación en el ciego se encuentran BACTERIAS, LEVADURAS y PROTOZOARIOS.

7 ERRORES COMUNES EN LA ALIMENTACIÓN y CÓMO EVITARLOS: al calcular la nutrición es el peso lo que importa, no el volumen. Se tiene que tratar de alimentar a los caballos de la mejor manera posible. Para ayudar a evitar las trampas más comunes en la alimentación, se debe prestar mucha atención:

PIMER ERROR: PRESTAR POCA ATENCIÓN AL FORRAJE: idealmente, la ración primaria de un caballo promedio consiste en heno y pastura, con cantidades modestas de concentrados, como grano, pellets o “sweet feed”. Pero con frecuencia, se pone poco énfasis en la calidad del forraje ofrecido, demasiada gente piensa que el forraje es sólo entretenimiento para el caballo, y no se dan cuenta que es una fuente importante de calorías, que puede variar mucho de acuerdo a la calidad. Si se ha intentado de todo para aumentar el peso de un caballo, pero se le está suministrando pastura con mucho palo y seca, se debe cambiar a una pastura con más contenido de hoja que no esté demasiado madura y se tendrá una forma segura de obtener más calorías. Además de proporcionar más nutrientes, el forraje de mejor calidad es también más económico. El forraje de baja calidad contiene fibras menos digeribles, de modo que los caballos deben comer más para obtener el mismo valor nutricional, sin embargo, como es menos sabroso, los caballos tienden a dejar más forraje sin comer. En contraste, el forraje de buena calidad rara vez se desperdicia: lo más seguro es que los caballos devoren hasta la última hoja y tallo.

El forraje proveniente de diferentes tipos de especies de pasto varía algo en apariencia, pero en general, un buen producto tiene algunas características distintivas:

º Mucha hoja: Las hojas contienen alrededor del 90 por ciento de las proteínas, de modo que lo ideal son fardos con poco tallo y muchos brotes grandes.

ºColor: El color de un buen forraje puede variar pero generalmente consiste en algún tono de verde claro a mediano para las pasturas y verde oscuro para la alfalfa. Algo de amarillo es natural si se ha secado al sol, pero demasiado amarillo indica que el pasto estaba demasiado maduro al corte y contiene menos fibra digerible.

º Aroma: El buen forraje huele fresco y levemente dulce. Olores fuertes, ácidos o mohosos son señales de hongos u otros defectos de calidad.

º Textura: Si aprieta un puñado de buena pastura, debe sentirlo suave y flexible, mientras que una pastura pobre es áspera al tacto.

º Peso: Los fardos de buena calidad son livianos y esponjosos; si se deja caer uno sobre un extremo, debería rebotar.

º Pureza: Un buen forraje contiene poca maleza y no debe tener objetos extraños, como palo, alambre o insectos muertos.

# SEGUNDO ERROR. Sobrecargar el balde de grano: el grano y el “sweet feed” son fuentes potentes de energía. De hecho, contienen más carbohidratos solubles de lo que requieren la mayoría de los caballos. Y alimentar con más concentrados que los necesarios puede ser dañino para la salud del caballo. Demasiadas calorías conducen a obesidad, y los granos con alto contenido de almidón están asociados a una cantidad de problemas de salud, incluyendo cólicos y laminitis. Para la mayoría de los caballos, cuanto menos grano comen, mejor. Dicho esto, algunos caballos necesitan más calorías de las que pueden obtener sólo del forraje. Los caballos que entrenan más de una hora por día requieren raciones adicionales en forma de grano u otros alimentos concentrados para mantener un peso adecuado. Si el caballo necesita el incremento en calorías de un alimento concentrado, lo mejor es repartir el volumen total en la mayor cantidad de pequeñas porciones que le sea posible. Lo común es dar grano dos veces por día, mañana y tarde, pero siempre que sea posible es mejor dividir la ración en porciones más pequeñas – cuatro o más mini-comidas por día. Se debe evitar dar más del 0.5% del peso del caballo en una sola comida; esto se traduce en aproximadamente dos a dos kilos y medio para un caballo promedio.

TERCER ERROR: Alimentar por volumen en lugar de peso: si se toma una taza llena de maíz en una mano y una con avena en la otra, se notará una diferencia significativa de peso – el maíz es más pesado y también contiene más calorías que otros alimentos. Por supuesto, todos estamos acostumbrados a levantar una porción uniforme de alimento a la hora de la comida, pero cuando se trata de calcular la nutrición, es el peso lo que importa, no el volumen – algo que debe considerarse cuando se cambia de alimentos. Aún en balanceados como los sweet feeds pueden variar en densidad y volumen. Dos fabricantes diferentes pueden preparar balanceados que parezcan similares en la descripción de grasa, fibra y proteína, pero la densidad puede ser muy diferente, por ejemplo se pueden tomar y pesar una cantidad de diferentes alimentos en una lata de café y se encontraran diferencias de hasta medio kilo en el mismo volumen. De manera que, si se planea cambiar o ajustar la cantidad de alimento, se debe asegurar de leer el informe del contenido nutricional por kilo, y usar una balanza doméstica para determinar el volumen de un kilo.

CUARTO ERROR: Dar el alimento equivocado al caballo equivocado: en los catálogos y ventas de alimentos balanceados es posible encontrar una variedad de alimentos diseñados para tipos específicos de caballos – potrillos en crecimiento, adultos con actividad intensa, yeguas madres, caballos de edad avanzada, etc. Todos están formulados para proporcionar la exacta cantidad de calorías y nutrición que esos animales necesitan, y dar el alimento equivocado al caballo equivocado puede crear desequilibrios que pueden ser dañinos. La consecuencia más grave es que las raciones de adultos no tienen los niveles de minerales que necesitan los caballos jóvenes, El resultado puede ser un crecimiento anormal y problemas ortopédicos de desarrollo. Cuando se ha determinado la cantidad de alimento concentrado que el caballo necesita para tener más calorías, se debe asegurar elegir un alimento que provea la nutrición óptima por volumen. El error más común que se observa, es alimentar por debajo de la línea, o sea, dar a un caballo menos de la ración recomendada. Cuando se formula un balanceado, no se lo puede hacer funcionar para todos los caballos, no se puede balancear las vitaminas y minerales para un caballo que come ½ kilo de alimento, sin envenenar al caballo que come 5 kilos. y por el contrario, si la ración recomendada es 2.5 kilos, el caballo que come ½ kilo está recibiendo sólo un quinto de las vitaminas y minerales adicionadas. Si la ración mínima es demasiada, el alimento no es el correcto para el caballo

QUINTO ERROR. Sobrecargar los nutrientes: un error frecuente es agregar suplementos a la dieta del caballo sin comprobar si la ración no incluye nutrientes específicos. Para evitar crear desequilibrios perjudiciales, se debe calcular los nutrientes que el caballo recibe en su ración básica antes de agregar un suplemento vitamínico o mineral. Los productos formulados para ayudar a procesos específicos del cuerpo, como la reparación de articulaciones o el crecimiento del casco, tienen menos probabilidades de causar sobrecargas nutricionales, pero hay que leer las etiquetas para saber lo que se le está dando. Algunos suplementos con glucosamina, condroitin sulfato, ácido hialurónico o biotina, también están enriquecidos con vitaminas y minerales. Se ha visto intoxicaciones de vitamina A en caballos que recibían varios suplementos con ingredientes similares. El selenio, un mineral importante, también es tóxico en grandes cantidades y puede ser un ingrediente en diferentes suplementos así como en balanceados comerciales. Si se está usando un buen suplemento vitamínico, no se necesita que el suplemento articular también contenga vitaminas. Por supuesto, los suplementos nutricionales son a menudo beneficiosos y a veces esenciales. Los caballos que comen forraje producido en tierras pobres en selenio, lo necesitan en un suplemento. Los caballos que reciben forraje pero tienen poco acceso a pastoreo pueden beneficiarse con suplementos de vitaminas A y E, ya que los niveles de esos nutrientes comienzan a deteriorarse cuando el pasto se corta. Los caballos mayores, los potros en crecimiento, las yeguas madres y otros con necesidades nutricionales especiales también se benefician con suplementos vitamínicos, así como los caballos que realizan deportes de alta exigencia. La vitamina E en particular, ayuda a los atletas de alto rendimiento a recuperarse de grandes esfuerzos. Si no se está seguro acerca de las necesidades nutricionales del caballo, se debe consultar a un veterinario o a un nutricionista equino.

SEXTO ERROR. Dejar de ofrecer sal: el sodio y el cloruro (componentes de la sal de mesa) son electrolitos esenciales para muchas funciones corporales. Ambos se pierden con el sudor y deben ser reemplazadas con la dieta. Estos son también los únicos nutrientes esenciales que no se encuentran naturalmente en pastos y granos. Los caballos tienen un apetito natural por la sal y la consumen si tienen oportunidad. Colocar un bloque de sal en el piquete del caballo es la forma más fácil de darle acceso a este nutriente vital, pero para asegurarse de que el caballo obtiene toda la sal que necesita se puede poner varios bloques diseminados y un bloque pequeño en el box. Si se decide por esta última opción, se debe tener cuidado, algunos caballos que viven en box tienen tendencia a comer sal demás por aburrimiento, esto les hace tomar más agua y orinar mucho más. Para estos caballos, se sugiere ofrecer sólo una porción diaria 30 a 60 gramos de sal común, o más si hace calor o el caballo ha sudado demasiado. Si la dieta es balanceada, la sal de mesa común es suficiente, no necesita estar mineralizada. Si se ofrece sal común, lo mejor es colocarla en un balde separado y no sobre el alimento. Las necesidades de sal del caballo pueden fluctuar diariamente. Si se le da poca, se puede crear un desequilibrio; demasiada, y el alimento puede resultarle desagradable.

SÉPTIMO ERROR. No ofrecer suficiente agua a voluntad: una versión de sabiduría antigua advertía no dar agua a los caballos en circunstancias particulares. Por ejemplo, muchas personas todavía piensan que dar agua fría a un caballo acalorado y sudando puede causarle cólico. Sin embargo, los investigadores ahora saben que ofrecer un trago de agua fresca a un caballo acalorado no causa ningún daño, y le ayuda a recuperarse más rápidamente del esfuerzo. De hecho, se debe asegurar que los caballos tengan acceso a abundante agua limpia y fresca es una de las mejores formas de reducir los riesgos de cólico por impacción, especialmente en el caso de aquellos caballos que tienen una dieta de forraje seco.

 

 

 

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