Temas Hípicos. La alergia en los caballos y como solucionarlo

Óscar Hernández

Diversos son los síntomas de alergia, que se presentan en los caballos de carrera.

Continuando con nuestra sección Temas Hípicos, ofreceremos un artículo relacionado a la alergia en los caballos de carrera. Según los especialistas, la alergia en el caballo a menudo, se asocia con síntomas respiratorios como tos, respiración entrecortada, además del moqueo nasal y los ojos llorosos. También señalan que los síntomas dermatológicos también son comunes. A continuación, ofrecemos este interesante artículo.

La alergia en los caballos y como solucionarlo

Por el Dra. Sandra Arrunátegui Calderón

Una de las alergias más comunes en los caballos es la dermatitis estival, un problema dérmico estacional causado por la picadura de Culicoides. La sintomatología es muy típica, con lesiones en el cuello, la cara y la cola durante el período estival.

La alergia en el caballo es un problema complejo y la solución rara vez es fácil. Si tu caballo aparece con irritaciones en la piel, urticaria o empieza a rascarse la cola o el crín, el primer paso es llamar a tu veterinario. Es importante acertar en el diagnostico ya que hay varios factores que pueden ocasionar irritación de la piel o picores: problemas ambientales, contaminación, parásitos, insectos y hongos son irritantes típicos y los tratamientos son diferentes en cada caso. Frecuentemente el propietario da un tratamiento para uno de los problemas, sin diagnosticar realmente el mencionado problema, y termina desequilibrando el pH natural de la piel y creando una irritación todavía peor.

¿Cómo solucionar el problema?

Si el problema no está relacionado con un alimento, un paso importante es asegurarse que la dieta que recibe el caballo es la correcta. No podemos esperar tener una piel fuerte y con defensas naturales, brillante y sedosa, si no le damos de comer correctamente. La dieta tiene que estar bien equilibrada y contener suficientes vitaminas y minerales, con aceites Omega 3, 6 y 9 en proporciones correctas.

El siguiente paso es asegurar que el entorno donde vive el caballo esté limpio. No podemos esperar gran cosa si la paja está llena de ácaros o culicoides, si los sudaderos y cepillos que se utilizan a diario están llenos de hongos, etc. No sugiero una desinfección quirúrgica ni el uso a diario de desinfectantes (el sobreuso de desinfectantes fuertes cambia el pH de la piel y quita la manta natural que la protege)

¡Y por favor, no limpien la cuadra con desinfectantes que irriten las vías respiratorias de tus caballos y de todo el que entra en la cuadra!

Hay que utilizar el sentido común y tener las cosas bien limpias, no compartir sudaderos, tener varios juegos de cepillos, etc.

Hay champús suaves que contienen aceite de árbol de té, un desinfectante y anti- hongo natural. También hay cremas tópicas y sprays con citronella y otros ingredientes naturales, que ayudan a regenerar la piel dañada y protegen al caballo contra los culicoides e insectos. También se pueden utilizar métodos de barrera como máscaras contra moscas, para evitar irritaciones. Hay que tener paciencia y encontrar el tratamiento que funciona para tu caballo.

Alergias a los alimentos

Las verdaderas alergias en el caballo no son muy habituales. Lo que sí se ve mucho es la aparición de algún tipo de sensibilidad a ciertos tipos de proteínas, al grano del cereal, a cereales crudos sin cocinar y alfalfa.

Si el problema es alimenticio, es interesante hacer una dieta de eliminación*. Primero volvemos a la dieta base del 2% de su peso corporal en heno simple o henolaje de Ryegrass o mezclas de Poa Pratensis. Luego introducimos alimentos señalados como “no irritantes” uno a uno con el fin de llegar por eliminación a una dieta adecuada para devolver al caballo a una ración aceptable para su nivel de actividad. Un test ELISA (la prueba más común que utilizan los veterinarios para diagnosticar un irritante) nos dará una idea de los alimentos que deberíamos evitar.

Si introduce una dieta que no contenga el alimento señalado en el test como positivo hay posibilidad de que pueda desaparecer la sensibilidad. En algunas ocasiones, pasado un tiempo el caballo incluso llega a tolerar una dieta normal.

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