Gluck mostró su clase y ratifico ser el mejor fondista de Monterrico

Óscar Hernández

Gluck evidenciando gran clase, se impuso en el clásico La Copa. (Foto: Julio Villanueva).

En una verdadera demostración de clase y poder de definición, Gluck se adjudicó del tradicional clásico La Copa (G2- 2200 metros), la prueba principal de la reunión dominical en Monterrico.

La prueba se hizo algo movida desde un principio. El tordillo Enforceable salió a correr adelante, seguido del favorito Gluck, mientras que tercero venía Serafín y Magic Power no partió con el grupo y quedó en el último lugar.

Casi nada varió hasta llegar a la recta final, siempre con Enforceable adelante, pero ya sintiendo el esfuerzo que venía imprimiendo en el transcurso de la carrera. Serafín se mantenía tercero delante de Magic Power, que no era capaz.

En la recta final, Gluck animado por el jinete Carlos Javier Herrera, entró a dominar al puntero Enforaceable. Y se acercaba a la meta en plan triunfador. Sin embargo, Sertafín arremetió con fuerza y le dio gran emoción a la carrera.

En los tramos finales, Gluck se defendió de la atropellada de Serafín, que ante los alegres finales de Mariano Arenas, llegó segundo a ¾ cuerpo. Tercero Enforceable a 6 ½ cuerpos y cuarto a 9 ¾ cuerpos, remató Magic Power, desilusionando a propios y extraños.

Gluck es un hijo de Koko Mambo, oriundo del haras San Pablo. Defiende los colores del stud Santa Rosa. Y Carlos Javier Herrera estuvo acertado en sus controles. Y sumó su décimo segunda victoria clásica. Y marcó 2’20”23.

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